Cada año en primavera y verano saltan de sus nidos miles de pollos de muchas especies de aves. Algunos es cierto, podrían morir en esta etapa en la que son todavía muy pequeños, frágiles e inexpertos. Vuelan poco (a veces nada) y mal, y no tienen la experiencia en la supervivencia de los adultos, pero es un proceso natural que no debemos interrumpir salvo que el pollo este en un entorno de peligro que comprometa totalmente su supervivencia. El ejemplo típico es la caída del pollo desde un árbol o edificio a la calle en pleno casco urbano de la ciudad.
En una situación normal, los pollos nidifugos, son capaces de seguir a la madre y valerse casi por si solos el mismo día de su nacimiento. Especies nidifugas serian por ejemplo, los patos o las perdices. Las especies nidicolas (las mas habituales en nuestro entorno), por el contrario necesitan desarrollarse en el nido y son completamente dependientes de los adultos. Pero la mayoría de las veces que se encuentran fuera del nido, es por que son ya «pollos volantones». Esto significa que están ya casi preparados para abandonar el nido, y saltan de el. En esta etapa, es normal que pasen algun día entre el nido, las ramas bajas y el suelo, hasta que perfeccionan por completo las habilidades de vuelo. Pero sus padres siguen alimentandoles y ocupandose de ellos. Son torpes y todavía no vuelan bien. Y ahí es cuando algunos son recogidos por algun ciudadano con toda su buena intención.
Es por ello, que si te encuentras un pollo que aun estando en un entorno urbano no corre peligro, o que esta en un entorno natural, la mayoría de las veces no deberías cogerlo. La mayoría de los pequeños que recoge la gente no estan abandonados. Y aunque la intención es buena, pues parecen desvalidos y abandonados a su suerte, es un error fatal que les privara de sus padres. Y son su padres los que mejor pueden alimentarlo y aprenderle a sobrevivir.
Criar un pollo es algo que requiere muchísima dedicación durante bastante tiempo, su alimentación dependiendo de la especie puede ser complicada y por muy bien que lo hagamos, aunque cubramos sus necesidades nutricionales, jamas podremos realmente «enseñarle a ser un pájaro». Es decir, enseñarle las técnicas de alimentación, supervivencia y comportamiento que asimilaria de sus padres en la naturaleza.
Lo mas probable ademas, es que se produzca la «troquelacion» o «imprinting» con nosotros. Y los humanos, no somos el mejor ejemplo para que un pájaro aprenda a ser pájaro.
Estos 2 últimos términos definen el proceso mediante el que las crias de los animales se identifican así mismas como miembros de la especie de sus progenitores. Lo que conlleva el aprendizaje por observación de comportamientos e imitación de acciones.
Nosotros nunca podremos «enseñarles a ser pájaros» y esa carencia la pagaran en la naturaleza cuando regresen a ella, costandoles mas adaptarse y sobrevivir.
Es obligatorio recordar también, que la tenencia de cualquier especie silvestre por un particular esta prohibida por la ley, y mas aun si esta protegida.
Lo correcto seria enviarlo a un centro de recuperación de fauna, y así se hace con la mayoría de especies, pero si el ave es un pajaro muy común ( gorrión, paloma…) y nadie se ocupa de el, puedes valorar la posibilidad de hacerte cargo bajo tu responsabilidad, pero solo durante el tiempo imprescindible hasta que pueda valerse por si mismo y sea posible devolverle a su entorno natural. Momento en el cual deberas dejarlo libre. Si alguna vez te ves en ese caso, puedes plantearnos tus dudas e intentaremos ayudarte.