Es un sabado cualquiera en el centro de Gijón. Ronda la medianoche y hace frío. La gente que camina por la calle Marques de Casa Valdes, observa un «bicho raro» arrinconado y aturdido. Es un ave que nadie puede identificar «muy extraña y con un pico larguísimo».
Algunos curiosos se paran unos instantes, pero siguen su camino. Sin embargo, hay una chica estudiante de ingeniería forestal, que se detiene y no continua su marcha. A su vez, un policía fuera de servicio se para junto a ella. No tienen muy claro como pueden ayudar al animal, pero lo que si tienen claro es que no quieren dejarlo allí tirado.
El chico, Rubén, sabe de alguien que puede ayudar. Tiene el teléfono de emergencias de una tienda, «Fauna Urbana», y sabe que actuan como base de Cepesma en Gijón para el rescate de fauna silvestre. La llamada se produce y aun rozando la medianoche es atendida.
Hay que recordar que nosotros no funcionamos como los bomberos. No hay un reten disponible a todas horas sin dormir para salir corriendo. Somos gente como vosotros y en función de la emergencia, tras informar y consultar al coordinador de Cepesma, valoramos si debemos salir, si podemos hacerlo solos o necesitamos mas personal, o en el caso de horarios nocturnos, si es factible intervenir al día siguiente sin consecuencias para los animales.(también tenemos nuestras vidas y esto es una labor realizada por convicciones personales y no por dinero. Nadie cobra nada ni en Fauna Urbana ni en Cepesma por ello)
Ruben nos informa de la situacion del animal. Se le pide una foto que ayude a su identificación. Con los móviles actuales practicamente todo el mundo puede enviar imágenes, lo que nos ayuda enormemente. El ave es sin duda una arcea (Scolopax Rusticola).
Nos parece increible pero ahí esta. La embajadora del frío. Una de las aves mas bellas esquivas y misteriosa de nuestros bosques. Con un camuflaje excepcional, como pintada por un artesano, en medio de la calle. En el centro de Gijon. Un ave que aunque en las ultimas décadas ya mantiene población estable en Asturias, ve reforzada su presencia invernal por individuos migrantes desde el norte de Europa, que nos abandonan en cuanto comienzan a intuir el fin de los rigores del invierno. ¿ quizá nuestra amiga regresaba a casa y se desoriento?.
No parecia tener daños importantes, pero estaba claramente aturdida y no podia o no se atrevia a volar ( la principal defensa de este ave es permanecer quieta en el suelo y pasar desapercibida).
Así que ahora es el turno de Anabel. Le pedimos que la introduzca en una caja de cartón a oscuras y la mantenga en su casa durante esa noche. Dicho y hecho. ( no siempre encontramos tanta colaboración). Mañana por la mañana, iremos a recogérsela.
Llega la mañana del domingo, y como acordamos, Anabel nos entrega el ave en su cajita. Tras despedirnos de ella y agradecerle su ayuda, vamos al local a examinarla con detenimiento.
Tiene alguna erosión superficial en las patas, que le curamos y se aprecia un fuerte golpe en la parte proximal del pico. Se informa a Luis Laria, responsable del Centro de Recuperación del Parque de la Vida y se acuerda su traslado, el cual lo realizara Alvaro, otro voluntario, que recoge el ave el lunes para entregarla al centro. Nuestra misión tras las primeras curas, es mantener al ave viva ( hidratada y alimentada) hasta que es trasladada al Centro de Recuperacion, cosa que se hace siempre, lo antes posible, dentro de la gravedad del caso.
Ha sido necesaria la colaboración de 5 personas para salvar a este ave. Desde Ruben, que llama y nos avisa, pasando por Anabel que acoge el ave en su casa esa madrugada, el personal de Fauna Urbana integrado en Cepesma, que realiza una primera atencion sanitaria, hidrata y alimenta al animal, Alvaro, voluntario de Cepesma que lo traslada al Centro, y por supuesto Luis, sin el cual de poco valdrían los esfuerzos de los demás, pues el Centro de Recuperación que mantiene en Luarca, es el destino final y adecuado para estos casos. Una sola persona de esta cadena que hubiera «pasado», hubiera servido para que este precioso animal muriese pudiendo ser salvado. Esto sucede con multitud de animales. Si tu «pasas», ellos mueren. Recuerda esto cuando seas tu el próximo que encuentre alguno. Si TODOS respondemos, los animales se salvan 😉